lunes, 30 de septiembre de 2013

Predicaba sinagogas y echaba demonios

“Para esto he venido”

Marcos 1:35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. Y le buscó Simón, y los que con él estaban; y hallándole, le dijeron: Todos te buscan. Él les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido. Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios.

Introducción: El Señor me dio este mensaje como respuesta a una de las muchas preguntas que le hago; porque le preguntaba ¿si las congregaciones estamos trabajando para el reino, porque las personas no quieren nada con la iglesia o la congregación? cuantas personas han venido, recibido su milagro y se van o a cuantas personas hemos invitado y nos dicen que sí, pero no nos dicen cuándo; y nosotros creyendo que las personas no quieren un compromiso con Dios.

Me di a la tarea de estudiar sobre este tema porque es muy abrupto y delicado, más en este tiempo que las persona se asustan cuando se habla de demonios, pero no tienen miedo de ir a consultar, la ouija, tarot, etc; pero el día de hoy espero que Dios hable a tu vida, y traiga revelación y sepan porque Jesús enseñaba en las sinagogas y echaba fuera demonios y se van a quedar sorprendidos por lo que Dios me mostró.

Desarrollo:
Jesús les enseñaba en las sinagogas, de tal manera que mucho se maravillaban y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas? Y se escandalizaban de él.

Todo mundo conocía a Jesús, sabía en donde vivía, quienes eran sus padres, quienes eran sus amigos, conocían su forma de caminar, conocía todo de Jesús. Pero Jesús tenía algo distinto en la manera de enseñar, porque les enseñaba con autoridad, Jesús le enseñaba con palabras y con hechos.

La palabra dice que a los suyos vino y los suyos no le conocieron, más a los que le recibieron les dio la potestad de ser hijos de Dios; esto quiere decir, que las personas que deberían de saber todo lo relacionado con el hijo del Dios, lo despreciaban, lo ignoraban y en vez de hacer señales y sanidades en las sinagogas, Jesús las hacía solamente en el camino, o en la calle y fue ahí donde estableció su reino; y lo que hacía solamente en las sinagogas enseñaba y echaba fuera demonios.

Creían que venía de belcebu: Que grande controversia, porque en las sinagogas no creían en él; no creían que venía de Dios; pero si decían que todo lo que Jesús hacía, era por el poder de belcebú; porque nadie había hecho tantas señales y maravillas en la tierra;  ningún profeta había hecho este tipo de señales. En otras palabras, las personas encargadas de los asuntos relacionados con las leyes y normas establecidas por Dios, rechazaron las enseñanzas de Jesús; sus sacerdotes, sus escribas, los jefes dijeron que Jesús era hijo del diablo; que revelación de estos religiosos.

El primer milagro: Todos hemos dicho que el primer milagro que hizo Jesús fue el agua que convirtió en vino e inclusive el evangelio de Juan así lo declara; pero si yo les dijera que ese no es el primer milagro o manifestación de Jesús; dirían que soy un mentiroso; en ese caso sería mentiroso Juan, porque Mateo, Marcos y Lucas no lo dicen (son 3 contra 1); ¿se les olvidaría? ¿Qué pasaría?; pero la misma palabra nos muestra que estos 3 hombres dicen que Jesús primero libero endemoniados y esto ocurrió en las sinagogas.

Personas liberadas y sanadas en las sinagogas:

1 Jesús libera Espíritu impuro: Lucas 4:33 y Marcos 1:21  Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz, diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios. Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno. Y estaban todos maravillados, y hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que con autoridad y poder mandar a los espíritus inmundos, y salen? Y su fama se difundía por todos los lugares de los contornos.

2 El hombre de la mano seca (Mr. 3.1-6; Lc. 6.6-11) Mateo 12:9  Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos. Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? Él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante? Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo. Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra. Dirán ustedes donde están los demonios, pero observe lo siguiente; Y salidos los fariseos, tuvieron consejo contra Jesús para destruirle.

3 Jesús sana a una mujer en el día de reposo: Lucas 13:10 Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo. Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber? Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo? Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él.

4 Rechazan a Jesús: Lucas 4:16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

Pero observe más adelante, por esta declaración los sacerdotes de llenaron de ira (demonios) y lo echaron fuera de la ciudad y lo subieron a un monte para tirarlo de ahí.
Y estoy hablando con todo respeto, porque en las sinagogas estaban los espíritus de duda,  celos, sospecha, envidia, temor, problemas, desconfianza, de incredulidad y la lista sigue.

Milagros en las casas y calles:
Jesús sana suegra de pedro; los 10 leprosos; la hija de Jairo; la mujer flujo sangre; el ciego  Bartimeo; el sirviente del centurión; resucito Lázaro, a la hija de la viuda, al joven; destapo oídos, hecho demonios y calmo la tempestad, dio de comer a 5,000 hombres.

Muchos sanados al ponerse el sol:
Mar 1:32  Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; y toda la ciudad se agolpó a la puerta. Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.

Problemas entre las iglesias y hermanos: La lista es infinita. Por eso no pasa nada hoy en día, por eso no pasa nada dentro “de” y “fuera” de las sinagogas, iglesias, congregaciones; porque adentro hay más endemoniados que afuera, porque adentro hay más conflicto que afuera, porque adentro hay más disensiones que afuera; porque los demonios de adentro están más educados que los de afuera, son más políticos, más finos,  mas entendidos. Dice Maldonado que el día de hoy estamos educando a puro endemoniado.

El día de hoy no pasa nada en las iglesias porque el hombre ha cambiado la Fe por la psicología, al Espíritu Santo por la motivación, al Poder Sobrenatural por la ciencia, a la Revelación por la educación. Porque es el tiempo de vivir como vivían los apóstoles, caminando en el Poder Sobrenatural de Dios.

Saben que creo, que Jesús tuvo la culpa de que las personas no quieran nada con las  congregaciones; porque lo señalo en la biblia; hay más demonios adentro que afuera, así dice la palabra y enseñaba en las sinagogas y echaba demonios.

En las congregaciones siempre hay: 1 discusión, 2 incredulidad, 3 división, 4 legalismo, 5 religión, 6 rebeldía; si vemos según esta información de los 4 casos donde Jesús libero  endemoniados en las sinagogas (estamos hablando que el 4 % de endemoniados esta en las  congregaciones) y el 96 % de  milagros, señales y prodigios esta en las casas, la calle, en el camino; porque la mayor parte del ministerio de Jesús fue en el camino.

El nuevo camino: Saben porque la biblia les llama el nuevo camino; porque en el camino se predicaba, enseñaba y se hacían señales, milagros, maravillas; en el camino las personas veían, creían y eran sanadas; en el camino miles y miles de personas recibían la vista, se destapaban los oídos, los leprosos eran limpiados, los paralíticos eran levantados y los muertos eran resucitados. Mientras que en la sinagoga enseñaba que ahí había demonios, en el camino no enseñaba, Jesús actuaba, sanaba, liberaba.

La mayor parte de las sanidades y milagros fueron en la calle, casa, vecinos, amigos y parientes y también aclaro, en el camino había endemoniados, pero no eran cristianos; pero en las sinagogas es otro rollo ósea en la sinagogas 4 de cada 10 están endemoniados, estaríamos hablando que de cada 100 - 40 está pasando por esto. Y la primera orden que vemos en los evangelios es que Jesús cuando los mando les dio una orden y en esa orden estaba primero, en mi nombre echaran fuera demonios, si comieren cosa mortífera no les hará daño…..

Jesús se ocultó de los sacerdotes: Por eso Jesús después de haber hecho muchas señales se fue y se ocultó de los sacerdotes y fariseos, para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías que dice: ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor? Quien cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Para que no vean con los ojos, y entiendan con el corazón, Y se conviertan, y yo los sane. Jesús quería sacarlo de la comodidad de las sinagogas, Jesús los quera sacar de su religiosidad, legalismo y que el reino tenía que establecerse en el camino.

Es cierto muchos gobernantes creían en Jesús, muchos sacerdotes creyeron en Jesús, así también algunos fariseos y escribas creyeron en Jesús; pero no lo confesaban para no ser expulsados de las sinagogas; pero me encanta que Jesús llego a las sinagogas a espantar y echar demonios jaajajaja; vino a moverles la silla; Porque ellos preferían la gloria de los hombres que la gloria de Dios. Así que nosotros no debemos de buscar la gloria del hombre, no debemos buscar la posición, la plataforma, el ser grandes, o ser los primeros; al que debemos de buscar y de seguir es a Jesús; en el camino, en la calle, en las aldeas, es ahí donde esta Jesús y demostró con hechos las señales, milagros y prodigios.

Que contradicción, Jesús sanaba fuera de las sinagogas, pero adentro echaba fuera demonios, porque conocían de la palabra, sabían de la palabra, pero estaban atados por la palabra.

Las palabras de Jesús juzgarán a los hombres: Juan 12:44 por eso la palabra de Jesús juzgara al hombre:
Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió. Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero. Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.

Juan 14:12  De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

Muchas señales y maravillas por los Apóstoles en las calles: pero lo que si encontré fueron que por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo, en la calle, en las casas, en el camino; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón. El pueblo los alababa, el pueblo los quería y los que creían en Jesús se acercaban a la iglesia; eran tan notorios los milagros y sanidades que sacaban a los enfermos a las calles, para que al pasar Pedro, por lo menos con su sombra cayese sobre alguno de ellos y fueran sanados, y todavía traían de las ciudades vecinas, enfermos, atormentados y todos eran sanados por el Poder Sobrenatural de Jesús.

Conclusión:
En otras palabras no hubo sanidades, milagros o prodigios en las sinagogas; en el nuevo testamento desde Mateo hasta el apocalipsis solo hay 2 o 3 muy palpables de sanidades dentro de una sinagoga o templo: el paralitico de betsadia; el paralitico afuera templo (Pedro y Juan), pero no encontré más. Todo el poderío, toda la manifestación, toda la gloria de Jesús se cimbro en la calles y no estoy diciendo que no pase nada en una congregación, pero lo que si estoy diciendo es que en el camino se hacían los milagros, las sanidades, las maravillas y prodigios en el nombre de Jesús.


Esto es un principio bíblico; para poder impactar al mundo, se necesita limpiar primero la congregación, así lo dice el Señor; y después salir a las calles para que el nombre de Jesús sea glorificado.

Moisés Flores Castro.

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