“Por Gracia soy salvo”
Juan 1:17: “pues la ley por medio de Moisés fue
dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
Romanos 6:14: porque el pecado no se enseñoreará de
vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
Introducción: hay un dicho que dice: que fue primero
el huevo o la gallina; y muchos dirán sus respuestas, pero de donde salió el
huevo o de donde salió la gallina. Los evolucionistas dicen que de una partícula
vino la creación del universo y de la tierra, en otras palabras que fuimos
creados por partículas de átomos que se fueron alineando hasta ser lo que somos
el día de hoy. Los científicos dicen que venimos del mono; si los científicos
resolvieron que descendemos del mono, como puede ser que hasta el día de hoy no
tengan una respuesta de quien fue primero el huevo o la gallina. Los cristianos
no se quieren meter en problemas para no crear controversia; los ateos dicen
que Dios la creo; pero hasta el día de hoy nadie le ha preguntado a la gallina.
Por
eso este día quiero compartirles que fue primero; la ley o la gracia, porque muchos
dicen para que buscar a Dios, para que leer la biblia, para que ir a la
iglesia; si Dios es bueno y no creo que nos vaya a mandar al infierno. Si solo
basta con ayudar al pobre, al necesitado. Pero la escritura nos dice (Efesios
2:9) no por obras para que nadie se gloríe. Porque para poder ser salvos y no
ir a una eternidad sin Cristo, debemos confesarlo con nuestros labios que Jesús
es nuestro señor y salvador y seguirlo.
Y
lo primero que tienes que saber es que Dios para poder darse a conocer a su
pueblo y que su pueblo entendiera quien los había librado de las garras de la
esclavitud de faraón en Egipto; los llevo por camino del desierto y en el monte
Sinaí, les entrego las normas, reglas o estatutos por los cuales ahora serian
regidos.
Si
los hombres obedecían, Dios los bendecía; si no obedecían, entonces eran
condenados bajo la maldición de la ley; la ley dice: maldito el que no respete
estas instrucciones ni las ponga en práctica. Muchos de ustedes ya conocen los
diez mandamientos (Éxodo 20:1).
Entonces
la ley era rígida, estricta, inquebrantable; la ley decía: (Deuteronomio 19:21)
ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, vida por vida.
En
el tiempo antiguo no se andaban con juegos, si cometías una falta ese era tu
castigo; y la mayor parte de las faltas eran en muerte. Ejemplos: sino
descansabas el séptimo día, muerte; si herías padre o madre, muerte; por robo,
muerte; por el solo hecho de maldecir padre, muerte; aborto, muerte; a los que practican
brujería, hechicería, muerte; por afligir necesitados, muerte.
Dios
nunca quiso que viviéramos bajo la ley porque el hombre pecador no se iba a
someter; por ejemplo cuantos tiene hijos desobedientes; la juventud de estos
tiempo viven en total rebeldía, no hacen caso a sus padres, maestros o
autoridades; ellos viven creyendo que el mundo les pertenece; niños de 9 años
con un cigarro, o un bote de cerveza y muchos hasta con una bolsa de Resistol;
no digo que en mi tiempo no se veía eso, pero ahora estos jóvenes no tienen el
mas mínimo respeto por las personas, ellos lo hacen abiertamente, no importándoles
nada. Yo a los 25 años me escondía para fumar.
El
día de hoy tú le dices a tu hijo que haga algo en tu casa y casi te golpea, es
mas no le puedes preguntar nada porque están a la defensiva.
Entonces
como Dios sabía que el hombre no se iba a someter, tenía que poner reglas y
normas para gobernarlos, porque si no había normas esto se convertiría en una anarquía
(desorden, confusión); cada quien haría lo que quisiera.
La
violencia, el desorden, el alboroto, la perturbación, estarían a la orden del día;
usted puede imaginarse el día de hoy que en nuestro tiempo no existieran los
gobiernos, que no existiera las leyes, habría muchas muertes, mas desorden, más
problemas, más conflictos, más discordias; aunque tengo algo que decirte, los
gobiernos y las leyes son buenos, pero quien las lleva a cabo no; pero tú
tienes el poder para orar por ellos y que Dios les de la dirección correcta.
El libre albedrío: Pero a pesar de que estaba establecida
la ley, -Dios no te obliga-, Dios te deja siempre elegir y tú tienes el poder
para decidir entre la bendición o la maldición. él nunca nos hace manita de puerco, él nunca nos obliga para que lo
busquemos, él nunca nos obliga a que le sirvamos, él nunca nos obliga a venir a
la iglesia; hasta el día de hoy Dios no te obliga; nosotros no podemos estar
por encima de la ley, ni por encima de las personas, nadie tiene ese derecho,
ni Dios, por eso Dios nos dio el libre albedrío; pero lo que si se, es
que a veces se las ingenia para que le busquemos con el fin de que tú no te
pierdas y vuelvas tus pasos al creador. Por eso digo con toda confianza que Dios
permite los sufrimientos, las enfermedades, la violencia para que le busquemos;
y al momento reconocer que sin Cristo no somos nada.
La ley: Por eso Dios estableció la ley; ley que
nos llevaba a la vida o a la muerte, ley que nos lleva a la bendición o a la maldición;
ley que decía que estaba bien y que estaba mal; ley que decía quienes vivían y
quienes morían; ley que decía quien iría al cielo y quien al infierno.
Y
esa ley que fue establecida para nuestros antepasados, era para demostrar que
somos pecadores; en sí, robar es un crimen, sí hay una ley que diga que el robo
es ilegal; pero si no hay ley no hay crimen; un ejemplo muy palpable en nuestro
tiempo fue cuando la ley prohibió la venta de alcohol, hasta que la ley aprobó
su comercialización fue legal; el aborto está condenado por Dios, porque
solamente Dios es el que da la vida y nadie la puede quitar, porque la vida es
por gracia; entonces el aborto estaba prohibido y ya se legalizo, el día de hoy
están tratando de legalizar la mariguana.
Entonces
la ley fue establecida por Dios para dirigir a su pueblo pero Dios vio que era
muy dura y decidió (Gálatas 4:4) mandar a su hijo nacido de mujer bajo la ley,
para que redimir a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibieran la adopción
de ser hijos de Dios; y todavía dice que por cuanto ahora somos hijos, Dios
envió a nuestro corazón él espíritu de su hijo.
El
profeta Jeremías 31:32 dice: que este nuevo pacto, no va a hacer como el pacto
que hizo con sus padres el día que los tomo de su mano para sacarlos de la
tierra de Egipto; porque ellos invalidaron su pacto. Pero este es el pacto que
haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: daré mi ley en su mente y la escribiré en sus
corazones. Y yo seré para ellos por Dios y ellos me serán por pueblo. Y no
enseñara más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: conoce a Jehová,
porque todos me conocerán, desde el más pequeño, hasta el más grande, porque
perdonare la maldad de ellos y no me acordare más de su pecado.
Así
que mi hermano en tu corazón el día de hoy tienes una pequeña chispa de
esperanza; el día de hoy sabes que te estoy hablando de un Dios que se
mortifica por ti y que él desea que tú le conozcas.
La ley había llegado a su término: paso muchos años antes de que se
cumpliese el nuevo pacto, muchos murieron en el desierto a filo de espada,
otros quedaron tendidos en el camino a la tierra prometida; los que entraron y
se apartaron de la ley y volvían una y otra vez a pecar siempre la ley los
condenaba; pero siempre Dios levantaba algún profeta en la tierra para
recordarles sus faltas y seguían en la misma postura.
Pero
así como Dios había dicho que de entre este pueblo levantaría a un salvador; Dios
mando a su hijo unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda más
tenga vida eterna. Y este nuevo pacto llego hace cerca de 2000 años; al fin mi hermano la era de la ley, la era
de la esclavitud, la era del yugo había llegado a su fin; ahora lo que te mataba, por Cristo la
estaba justificando; Dios clavo la ley en la cruz del calvario y por su gracia
somos salvos, ya no más la ley estaría escrita en nuestras manos, en las casa,
ahora nos bastaba solamente la gracia para poder acercarnos al trono de Jesús.
Ya no más Sacrificios: ahora ya no necesitábamos sacrificios de
animales, ni de harina, que eran cosas que pedía Jehová para redimir nuestros
pecados; pero ahora que estamos bajo la
gracia, tu y yo solamente necesitamos venir con un corazón humillado y
presentarnos solos delante de Jesús y el recibe tu ofrenda, una ofrenda grata,
agradable.
Pero que es la gracia: es un acto de misericordia de Dios por
el cual ofrece salvación y vida eterna a los pecadores que ponen su fe en
cristo para ser salvos.
Es
un don no merecido; pero que Dios nos dio la gracia para poder decir no al
pecado y negarnos a sí mismo, para aquel que es condenado por su necesidad y se
puede humillar reconociendo su necesidad de cambio.
Otra
particularidad de la gracia es que la persona se compromete totalmente con
cristo y tiene el poder para cumplir su compromiso.
Que hace la gracia:
1 La gracia nos salva: porque por gracia sois salvos por medio
de la fe y esto no de vosotros, pues un don de Dios, no por obras, para que
nadie se gloríe Efesios 2:8-9
2 La gracia nos justifica: “siendo justificados gratuitamente por
su gracia, mediante la redención que es en cristo Jesús”. Romanos 3:24.
Jesús
pago el precio que nos merecíamos por
nuestra rebelión contra Dios; pero que ahora el señor nos justificó para
que no morir en pecado y en esa rebeldía.
3 La gracia nos santifica: solo por su gracia podemos vivir una
vida apartada del pecado; por nuestros propios medios, o fuerza no podemos
dejar las ataduras del vicio, del dolor, de los problemas o enfermedades; solo
la gracia puede ayudarnos a vivir una vida plena.
Solamente
la gracia nos da el poder de comportarnos correctamente en el mundo. Dando
testimonio correctamente que ahora nos hemos conducido en el mundo con toda
sinceridad sencillez y bondad; no con sabiduría humana, sino por la gracia de Dios.
2 corintios 1:12
4 Por la gracia tenemos la
fuerza para enfrentar a la oposición:
un cristiano debe permanecer en la gracia; para poder enfrentar los problemas,
las necesidades, las enfermedades, porque solo por su gracia somos fuertes; solo
por su gracia podemos salir de ese problema, solo por su gracia nos podemos
levantar; por su gracia no caemos en la mentira del diablo.
5 La gracia nos enseña la
piedad y misericordia: la
gracia nunca te muestra la violencia, la furia, crueldad; la gracia es todo lo opuesto a esto; la gracia siempre te muestra
que tengas piedad y misericordia por la personas que están pasando por
problemas, enfermedades, la gracia siempre te muestra que tenemos que ayudar o
dar consejo en un momento de necesidad. No somos llamados a juzgar.
6 la gracia nos capacita
para el servicio: la
gracia nos da la capacidad para poder desenvolvernos en nuestro trabajo,
negocio, escuela, casa, familia, hogar y en el servicio de Dios. La gracia nos
da la capacidad realizarnos en el terreno Espiritual, moral y natural.
Dios
desea que seamos tan llenos de su gracia en nuestras vidas que podamos decir
como el apóstol Pablo: “su gracia para conmigo no fue en vano, antes he
trabajado más que todos ellos, no yo, sino la gracia de Dios, que estaba
conmigo. (1 Corintios 15:10).
Sin
la gracia en nuestras vidas es infructuoso realizar un trabajo, eso solo lo
hace la gracia.
Conclusión:
La
misma esencia de la ley es demanda, es un requerimiento; Dios te decía: Hey ríndeme
tu amor, tu obediencia.
Mientras
que la ley es demanda, la gracia es entrega; y ahora dice Dios: ten mi amor y
mi poder salvador.
La ley dice: “haz y vive”; la gracia dice: “vive y haz”.
La
ley es rígida, dura, inflexible, pero la gracia es amor, paz, paciencia,
benignidad, gozo, templanza, mansedumbre, dominio propio. Nadie puede entonces
entrar al reino de los cielos por su propio medio, intelecto, sabiduría,
capacidad, obras; sino solo por la gracia de Jesús.
Desgraciadamente
todo mundo conoce a la gracia, la gracia esta en nuestros días; tu preguntas a
una persona ¿cómo estás? y ella te dice: bien gracias; ¿cómo te fue? bien
gracias; pero el día de hoy no conocen al creador de la gracia.
La
gracia no está a la venta; no está en subasta; no la podrás encontrar en los
aranceles mundiales; pero no cualquiera se atrevería a buscarlo, a pesar que está
a la vista; la gracia no tiene precio, y el único requisito para poder
alcanzarla es buscando a quien la formo, buscando a quien la hizo o creo; está
disponible para ti el día de hoy; y solamente tienes que reconocer que sin Cristo
no somos nada y por ese simple acto de humildad, Jesús te la otorga; mi paz os
dejo mi paz os doy, pero no como el mundo la da yo os la doy; o en otras
palabras mi gracia os dejo mi gracia os doy, pero no como el mundo la da yo os
la doy.
Solo
por su gracia somos salvos.
Moisés Flores Castro.
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