martes, 4 de septiembre de 2018

"Ley o Gracia"


“Por Gracia soy salvo”

Juan 1:17: “pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

Romanos 6:14: porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.

Introducción: hay un dicho que dice: que fue primero el huevo o la gallina; y muchos dirán sus respuestas, pero de donde salió el huevo o de donde salió la gallina. Los evolucionistas dicen que de una partícula vino la creación del universo y de la tierra, en otras palabras que fuimos creados por partículas de átomos que se fueron alineando hasta ser lo que somos el día de hoy. Los científicos dicen que venimos del mono; si los científicos resolvieron que descendemos del mono, como puede ser que hasta el día de hoy no tengan una respuesta de quien fue primero el huevo o la gallina. Los cristianos no se quieren meter en problemas para no crear controversia; los ateos dicen que Dios la creo; pero hasta el día de hoy nadie le ha preguntado a la gallina.

Por eso este día quiero compartirles que fue primero; la ley o la gracia, porque muchos dicen para que buscar a Dios, para que leer la biblia, para que ir a la iglesia; si Dios es bueno y no creo que nos vaya a mandar al infierno. Si solo basta con ayudar al pobre, al necesitado. Pero la escritura nos dice (Efesios 2:9) no por obras para que nadie se gloríe. Porque para poder ser salvos y no ir a una eternidad sin Cristo, debemos confesarlo con nuestros labios que Jesús es nuestro señor y salvador y seguirlo.

Y lo primero que tienes que saber es que Dios para poder darse a conocer a su pueblo y que su pueblo entendiera quien los había librado de las garras de la esclavitud de faraón en Egipto; los llevo por camino del desierto y en el monte Sinaí, les entrego las normas, reglas o estatutos por los cuales ahora serian regidos.

Si los hombres obedecían, Dios los bendecía; si no obedecían, entonces eran condenados bajo la maldición de la ley; la ley dice: maldito el que no respete estas instrucciones ni las ponga en práctica. Muchos de ustedes ya conocen los diez mandamientos (Éxodo 20:1).

Entonces la ley era rígida, estricta, inquebrantable; la ley decía: (Deuteronomio 19:21) ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, vida por vida.

En el tiempo antiguo no se andaban con juegos, si cometías una falta ese era tu castigo; y la mayor parte de las faltas eran en muerte. Ejemplos: sino descansabas el séptimo día, muerte; si herías padre o madre, muerte; por robo, muerte; por el solo hecho de maldecir padre, muerte; aborto, muerte; a los que practican brujería, hechicería, muerte; por afligir necesitados, muerte.

Dios nunca quiso que viviéramos bajo la ley porque el hombre pecador no se iba a someter; por ejemplo cuantos tiene hijos desobedientes; la juventud de estos tiempo viven en total rebeldía, no hacen caso a sus padres, maestros o autoridades; ellos viven creyendo que el mundo les pertenece; niños de 9 años con un cigarro, o un bote de cerveza y muchos hasta con una bolsa de Resistol; no digo que en mi tiempo no se veía eso, pero ahora estos jóvenes no tienen el mas mínimo respeto por las personas, ellos lo hacen abiertamente, no importándoles nada. Yo a los 25 años me escondía para fumar.

El día de hoy tú le dices a tu hijo que haga algo en tu casa y casi te golpea, es mas no le puedes preguntar nada porque están a la defensiva.

Entonces como Dios sabía que el hombre no se iba a someter, tenía que poner reglas y normas para gobernarlos, porque si no había normas esto se convertiría en una anarquía (desorden, confusión); cada quien haría lo que quisiera.

La violencia, el desorden, el alboroto, la perturbación, estarían a la orden del día; usted puede imaginarse el día de hoy que en nuestro tiempo no existieran los gobiernos, que no existiera las leyes, habría muchas muertes, mas desorden, más problemas, más conflictos, más discordias; aunque tengo algo que decirte, los gobiernos y las leyes son buenos, pero quien las lleva a cabo no; pero tú tienes el poder para orar por ellos y que Dios les de la dirección correcta.

El libre albedrío: Pero a pesar de que estaba establecida la ley, -Dios no te obliga-, Dios te deja siempre elegir y tú tienes el poder para decidir entre la bendición o la maldición. él nunca nos hace manita de puerco, él nunca nos obliga para que lo busquemos, él nunca nos obliga a que le sirvamos, él nunca nos obliga a venir a la iglesia; hasta el día de hoy Dios no te obliga; nosotros no podemos estar por encima de la ley, ni por encima de las personas, nadie tiene ese derecho, ni Dios, por eso Dios nos dio el libre albedrío; pero lo que si se, es que a veces se las ingenia para que le busquemos con el fin de que tú no te pierdas y vuelvas tus pasos al creador. Por eso digo con toda confianza que Dios permite los sufrimientos, las enfermedades, la violencia para que le busquemos; y al momento reconocer que sin Cristo no somos nada.

La ley: Por eso Dios estableció la ley; ley que nos llevaba a la vida o a la muerte, ley que nos lleva a la bendición o a la maldición; ley que decía que estaba bien y que estaba mal; ley que decía quienes vivían y quienes morían; ley que decía quien iría al cielo y quien al infierno.

Y esa ley que fue establecida para nuestros antepasados, era para demostrar que somos pecadores; en sí, robar es un crimen, sí hay una ley que diga que el robo es ilegal; pero si no hay ley no hay crimen; un ejemplo muy palpable en nuestro tiempo fue cuando la ley prohibió la venta de alcohol, hasta que la ley aprobó su comercialización fue legal; el aborto está condenado por Dios, porque solamente Dios es el que da la vida y nadie la puede quitar, porque la vida es por gracia; entonces el aborto estaba prohibido y ya se legalizo, el día de hoy están tratando de legalizar la mariguana.

Entonces la ley fue establecida por Dios para dirigir a su pueblo pero Dios vio que era muy dura y decidió (Gálatas 4:4) mandar a su hijo nacido de mujer bajo la ley, para que redimir a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibieran la adopción de ser hijos de Dios; y todavía dice que por cuanto ahora somos hijos, Dios envió a nuestro corazón él espíritu de su hijo.

El profeta Jeremías 31:32 dice: que este nuevo pacto, no va a hacer como el pacto que hizo con sus padres el día que los tomo de su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron su pacto. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: daré mi ley en su mente y la escribiré en sus corazones. Y yo seré para ellos por Dios y ellos me serán por pueblo. Y no enseñara más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: conoce a Jehová, porque todos me conocerán, desde el más pequeño, hasta el más grande, porque perdonare la maldad de ellos y no me acordare más de su pecado.

Así que mi hermano en tu corazón el día de hoy tienes una pequeña chispa de esperanza; el día de hoy sabes que te estoy hablando de un Dios que se mortifica por ti y que él desea que tú le conozcas.

La ley había llegado a su término: paso muchos años antes de que se cumpliese el nuevo pacto, muchos murieron en el desierto a filo de espada, otros quedaron tendidos en el camino a la tierra prometida; los que entraron y se apartaron de la ley y volvían una y otra vez a pecar siempre la ley los condenaba; pero siempre Dios levantaba algún profeta en la tierra para recordarles sus faltas y seguían en la misma postura.

Pero así como Dios había dicho que de entre este pueblo levantaría a un salvador; Dios mando a su hijo unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda más tenga vida eterna. Y este nuevo pacto llego hace cerca de 2000 años; al fin mi hermano la era de la ley, la era de la esclavitud, la era del yugo había llegado a su fin; ahora lo que te mataba, por Cristo la estaba justificando; Dios clavo la ley en la cruz del calvario y por su gracia somos salvos, ya no más la ley estaría escrita en nuestras manos, en las casa, ahora nos bastaba solamente la gracia para poder acercarnos al trono de Jesús.

Ya no más Sacrificios: ahora ya no necesitábamos sacrificios de animales, ni de harina, que eran cosas que pedía Jehová para redimir nuestros pecados; pero ahora que estamos bajo la gracia, tu y yo solamente necesitamos venir con un corazón humillado y presentarnos solos delante de Jesús y el recibe tu ofrenda, una ofrenda grata, agradable.

Pero que es la gracia: es un acto de misericordia de Dios por el cual ofrece salvación y vida eterna a los pecadores que ponen su fe en cristo para ser salvos.

Es un don no merecido; pero que Dios nos dio la gracia para poder decir no al pecado y negarnos a sí mismo, para aquel que es condenado por su necesidad y se puede humillar reconociendo su necesidad de cambio.

Otra particularidad de la gracia es que la persona se compromete totalmente con cristo y tiene el poder para cumplir su compromiso.

Que hace la gracia:
1 La gracia nos salva: porque por gracia sois salvos por medio de la fe y esto no de vosotros, pues un don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe Efesios 2:8-9

2 La gracia nos justifica: “siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en cristo Jesús”. Romanos 3:24.
Jesús pago el precio que nos merecíamos por  nuestra rebelión contra Dios; pero que ahora el señor nos justificó para que no morir en pecado y en esa rebeldía.

3 La gracia nos santifica: solo por su gracia podemos vivir una vida apartada del pecado; por nuestros propios medios, o fuerza no podemos dejar las ataduras del vicio, del dolor, de los problemas o enfermedades; solo la gracia puede ayudarnos a vivir una vida plena.

Solamente la gracia nos da el poder de comportarnos correctamente en el mundo. Dando testimonio correctamente que ahora nos hemos conducido en el mundo con toda sinceridad sencillez y bondad; no con sabiduría humana, sino por la gracia de Dios. 2 corintios 1:12

4 Por la gracia tenemos la fuerza para enfrentar a la oposición: un cristiano debe permanecer en la gracia; para poder enfrentar los problemas, las necesidades, las enfermedades, porque solo por su gracia somos fuertes; solo por su gracia podemos salir de ese problema, solo por su gracia nos podemos levantar; por su gracia no caemos en la mentira del diablo.

5 La gracia nos enseña la piedad y misericordia: la gracia nunca te muestra la violencia, la furia, crueldad; la gracia es todo lo opuesto a esto; la gracia siempre te muestra que tengas piedad y misericordia por la personas que están pasando por problemas, enfermedades, la gracia siempre te muestra que tenemos que ayudar o dar consejo en un momento de necesidad. No somos llamados a juzgar.

6 la gracia nos capacita para el servicio: la gracia nos da la capacidad para poder desenvolvernos en nuestro trabajo, negocio, escuela, casa, familia, hogar y en el servicio de Dios. La gracia nos da la capacidad realizarnos en el terreno Espiritual, moral y natural.

Dios desea que seamos tan llenos de su gracia en nuestras vidas que podamos decir como el apóstol Pablo: “su gracia para conmigo no fue en vano, antes he trabajado más que todos ellos, no yo, sino la gracia de Dios, que estaba conmigo. (1 Corintios 15:10).

Sin la gracia en nuestras vidas es infructuoso realizar un trabajo, eso solo lo hace la gracia.

Conclusión:
La misma esencia de la ley es demanda, es un requerimiento; Dios te decía: Hey ríndeme tu amor, tu obediencia.
Mientras que la ley es demanda, la gracia es entrega; y ahora dice Dios: ten mi amor y mi poder salvador.

La ley dice: “haz y vive”; la gracia dice: “vive y haz”.

La ley es rígida, dura, inflexible, pero la gracia es amor, paz, paciencia, benignidad, gozo, templanza, mansedumbre, dominio propio. Nadie puede entonces entrar al reino de los cielos por su propio medio, intelecto, sabiduría, capacidad, obras; sino solo por la gracia de Jesús.

Desgraciadamente todo mundo conoce a la gracia, la gracia esta en nuestros días; tu preguntas a una persona ¿cómo estás? y ella te dice: bien gracias; ¿cómo te fue? bien gracias; pero el día de hoy no conocen al creador de la gracia.

La gracia no está a la venta; no está en subasta; no la podrás encontrar en los aranceles mundiales; pero no cualquiera se atrevería a buscarlo, a pesar que está a la vista; la gracia no tiene precio, y el único requisito para poder alcanzarla es buscando a quien la formo, buscando a quien la hizo o creo; está disponible para ti el día de hoy; y solamente tienes que reconocer que sin Cristo no somos nada y por ese simple acto de humildad, Jesús te la otorga; mi paz os dejo mi paz os doy, pero no como el mundo la da yo os la doy; o en otras palabras mi gracia os dejo mi gracia os doy, pero no como el mundo la da yo os la doy.


Solo por su gracia somos salvos.

Moisés Flores Castro.

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