La
crucifixión de Jesús, puede ser una historia dramática, dura, tenebrosa; para
algunos solo una historia, para otros una película o cuento y para otros no
significa nada; pero Jesús vino al mundo a restituir todas las cosas, vino a
ponerlas en orden, vino a recuperar lo que se había perdido, vino a pagar el
precio por el pecado de la humanidad.
Lo
arrestaron, lo presentaron ante el concilio, fue juzgado por las leyes judías y
lo sentenciaron a muerte; se lo entregaron a Pilato; Pilato lo declara
inocente, pero es condenado por sus acusadores.
Así
que Jesucristo el rey de reyes y señor de señores, entrego su vida y murió en
la cruz, el que había venido a salvar lo
que se había perdido, había muerto; le habían arrebatado su vida; Fue maltratado, pero se sometió humildemente,
y ni siquiera abrió la boca; lo llevaron como cordero al matadero, y él se
quedó callado; no tuvo quien lo DEFENDIERA, no tuvo ABOGADO, no tuvo INTERCESOR,
no tuvo MEDIADOR, no tuvo un JUICIO JUSTO, no tuvo marcha fúnebre; no lo
velaron, no le hicieron plegarias, no le hicieron un devocional, no lo
limpiaron, así como lo bajaron así fue enterrado; su tumba era prestada, sus
amigos más íntimos no estaban con él, sus discípulos lo abandonaron, sus
discípulos estaban escondidos; Jesús estaba solo en una cueva, Jesús solo
llevaba un sudario, y una gran piedra estaba para tapar la vergüenza de los
hombres infieles; el diablo pensó que había acabado con Jesús; el diablo pensó
que había acabado con sus promesas; lo que el diablo no sabía, que el rey de reyes
y señor de señores al tercer día resucitaría de entre los muertos para cumplir
con cada una de las promesas hechas para nosotros. Y esa promesa es que usted y yo podamos
caminar en el Poder Sobrenatural de Jesús.
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